En el marco de una nueva edición del Programa de Fortalecimiento de Concejos Deliberantes, la Dirección de Capacitación y Extensión Legislativa organizó la charla “Herramientas para identificar la Violencia de Género”. La disertación estuvo a cargo de la licenciada en Piscología, Juliana Pozzerle, especialista en Violencia Familiar; docente universitaria y ex directora general del Centro Integral de Varones dependiente del Ministerio de la Mujer de Córdoba.
De la charla participaron concejales, concejalas y tribunos de cuentas del interior provincial, quienes recibieron conceptos teóricos y herramientas que les permitirán profundizar sobre género y la violencia de género, “para poder hacer un aporte real”.
La especialista comenzó refiriéndose al concepto de discriminación como la acción de “negar, obstruir, impedir, restringir o menoscabar a otro u otra ser humano, la posibilidad o pleno ejercicio de acceder a los mismos derechos y garantías de otros sectores sociales”, cuya práctica “se fundamenta en el proceso histórico y político de los pueblos y sus naciones”.
Para Pozzerle, ciertas construcciones sociales suponen la idea estereotipos, “una imagen inflexible construida de manera ilógica, en base a prejuicios, aptitudes, creencias y opiniones preconcebidas, impuestas por el medio social y cultural, que se aplican de forma general a todas las personas pertenecientes a una categoría determinada. El prejuicio es un concepto previo al razonamiento que carece de fundamentación”, indicó la especialista.
En este contexto, la violencia se presenta como una “conducta crónica” que se repite en el tiempo e implica abuso de poder.
Sobre este punto, la psicóloga remarcó que no se debe minimizar la violencia porque puede derivar en fuertes impactos sobre las personas y que, justamente “son los pequeños mecanismos que aportamos los que dejan marcas en la sociedad”.
Durante la exposición la especialista también explicó que la estructura del “discurso y pensamiento prejuicioso” se proyecta sobre imágenes erróneas que cosifican a la persona “con el fin de invisibilizarla”. Indicó que este pensamiento prejuicioso se basa en: la devaluación de la víctima, la ampliación de la legítima defensa y el uso del estado de necesidad.
Al referirse sobre este último aspecto, la expositora dijo que se utiliza para justificar la acción violenta, y ejemplificó: “En el caso de las mujeres ha sido utilizado para que se quede en el hogar cuidando de sus hijos y el orden de su casa, adjudicándole la responsabilidad del espacio doméstico y la crianza, y desresponsabilizando a los varones de esas funciones”.
Al cierre del encuentro, se generó un intercambio con los participantes, en el cual Pozzerle destacó que la responsabilidad de los gobiernos y representantes del pueblo es “pensar constantemente en acciones positivas” para ayudar a los sectores perjudicados, e instó a los participantes a “romper nuestras estructuras clásicas para generar nuevos pensamientos y emociones, que generen nuevas acciones”.