Un equipo formado por trece profesionales integra en la actualidad el Cuerpo de Taquígrafos de la Legislatura de Córdoba. Son los encargados de registrar y transcribir los intercambios que se dan en cada sesión, los cuales quedan plasmados en la llamada “versión taquigráfica preliminar”.
El trabajo que llevan a cabo contribuye decisivamente a la estrategia de Legislatura Abierta que marcó la presente gestión de la Unicameral, conducida por el vicegobernador, Manuel Calvo. Y esto es así no sólo porque son los responsables de sistematizar toda esa información, para que quede por escrito y a disposición de la ciudadanía, sino también porque su tarea permite incluir, por caso, a las personas que padecen de hipoacusia u otros trastornos de la audición.
Por otra parte, en estos cuatro años el trabajo desarrollado por estos profesionales se ha multiplicado, dada la decisión de dejar registro de las reuniones de comisión que tienen lugar todas las semanas en el Poder Legislativo provincial.
“Taquigrafía” y “estenografía” son formas indistintas de nombrar a un sistema de escritura ágil, capaz de registrar el habla de las personas en tiempo real, por medio de símbolos que representan palabras y frases. Las mediciones indican que las personas son capaces de pronunciar alrededor de 120 palabras por minuto.
En la actualidad, como sucede en otras áreas relacionadas con la comunicación, estas tareas se ven favorecidas por las herramientas de la Inteligencia Artificial. No obstante, el grado de precisión de los registros relevados por los taquígrafos parlamentarios es tan exigente que no puede ser simplemente abandonado a la automatización de las nuevas tecnologías.
Dicho de otro modo, se trata de un área que siempre requerirá de la intervención de los profesionales taquígrafos o estenotipistas, quienes además, en su carácter de “fedatarios” de los actos públicos que tienen lugar en los parlamentos, deben velar por la puntillosa corrección y edición de esos registros.
Durante las sesiones ordinarias, el equipo de la Unicameral trabaja en duplas, en turnos de cinco minutos de duración, pasados los cuales son relevados por otro par de compañeros. Los taquígrafos salientes vuelven entonces a su oficina, que funciona junto al hemiciclo, con el material recogido en bruto, donde convierten los símbolos taquigráficos al alfabeto español. Una vez editado, todo el registro es compaginado hasta encontrar su forma definitiva en los Diarios de Sesión que publica el portal web de la Unicameral.
Pasado y presente
El Cuerpo de Taquígrafos de la Legislatura de Córdoba existe desde 1906. El caudal de registros compilado desde entonces está reunido en alrededor de 5 mil tomos, los cuales documentan una parte sustancial del recorrido institucional y político de la provincia, invalorable desde el punto de vista historiográfico y cultural.
En la actualidad la oficina es dirigida por Víctor González, quien además, desde 2016, preside la Asociación Argentina de Taquígrafos Parlamentarios (AATP). González forma parte asimismo de Intersteno, federación mundial que nuclea a los taquígrafos, con sede en Bélgica, circunstancia que en varias oportunidades lo ha llevado a representar al país, y a la Legislatura de Córdoba, en distintos parlamentos del mundo.
Hay que destacar que hoy en día, en toda la Argentina, las personas que se dedican a este trabajo son apenas alrededor de 300. Y es que, hasta hace poco tiempo, no existía otra opción de formación que la autodidacta. Esta situación se alteró en 2019, al aprobarse la creación de la Tecnicatura Superior en Taquigrafía y Estenotipia, carrera que es dictada en Buenos Aires en el Instituto Superior de Letras Eduardo Mallea, por iniciativa de la AATP que preside Víctor González.
Comenta González que uno de los horizontes actuales de esta profesión está en contribuir a la inclusión y la accesibilidad. “En el mundo, al igual que en Córdoba, los parlamentos trabajan para incluir, por ejemplo, a personas con problemas visuales o hipoacúsicos. La taquigrafía juega un papel importante en esto, por medio de instrumentos como el subtitulado automático y la audiodescripción”, explica, a la vez que afirma que este es sin dudas un desafío principal de las legislaturas en el mediano plazo.
Desde luego, la necesidad de incluir va más allá de los poderes legislativos. Por eso, la AATP ha suscripto un convenio de colaboración con la Universidad Nacional de Córdoba, para trabajar en el asesoramiento y la orientación en la accesibilidad comunicacional y académica en el ámbito de la UNC.
El Cuerpo de Taquígrafos de la Unicameral está integrado por Claudia Cardona, Gustavo Ríos, Gabriela Bobatto, Rosana González, Edith Guerra, José Heredia, Raquel Mac Garry, Adriana Montero, Fernando Aquim, Nancy Escobal, Antonella Re, Manuel Moreno y Víctor González.