La Comisión de Legislación del Trabajo, Previsión y Seguridad Social recibió en su reunión virtual a la secretaria general de la Unión Obrera Gráfica Cordobesa (UOGC), Ilda Bustos, quien se refirió a la situación de la actividad y del sector que representa, que nuclea a 1900 trabajadores y trabajadoras.
Con respecto al impacto de la crisis sanitaria, Bustos señaló que si bien la actividad está considerada “actividad esencial” para algunos productos, y recibieron ayudas del gobierno nacional que permitieron pagar los salarios a término, la suspensión de la actividad turística y la disminución de la actividad del sector alimenticio los perjudicó.
“La ausencia de los festivales de verano nos va a afectar porque realizamos una gran actividad de impresión ligada al sector turístico y a la industria alimenticia, por ejemplo para la producción de alfajores, y lamentablemente vamos a tener una gran caída de producción por la pandemia”, dijo.
También se refirió a la incertidumbre de los trabajadores del sector dedicados a la impresión de material educativo. “Lo que hoy está sosteniendo a la actividad es el packaging de productos alimentarios, el etiquetado de envases y productos de sanidad y limpieza”, expresó.
La representante gremial aseguró que “la situación de la industria hoy es crítica, pero no solo por la pandemia, sino por circunstancias previas”. En ese sentido, señaló la falta de actualización en nuevas tecnologías y de inversión en maquinarias como aspectos que impiden el desarrollo del sector.
“El parque de maquinarias de los talleres gráficos de la industria es obsoleto en su mayoría”, dijo Bustos. “La industria gráfica en general no se ha ido adaptando a los cambios tecnológicos necesarios para evitar que la actividad siga cayendo. Tenemos un atraso muy grande en tecnología en comparación con Europa, por ejemplo”, señaló.
Asimismo, remarcó la necesidad de incorporar tecnologías nuevas que disminuyan el impacto ambiental de la actividad, ya que muchos productos utilizados son contaminantes.
Por otra parte, se refirió a la necesidad de una “ley del libro”, reclamada por entidades empresariales y organizaciones sindicales del sector, para poder impulsar la actividad editorial, uno de los grandes nichos del sector que no ha decaído.
La reunión fue presidida por el legislador José Pihen.