En el año 2001, con un importante endeudamiento externo como consecuencia de la Ley de Convertibilidad, además de una baja actividad productiva y un grave proceso inflacionario, la Argentina transitaba una inocultable crisis económica, social y también política. Y Córdoba no estaba ajena.
En un tenso clima, la sociedad reclamaba al Gobierno Nacional el cese de medidas de ajuste que no daban resultado y que solo agobiaban a las clases media y trabajadora por igual.
En este contexto llega a la Cámara de Senadores cordobesa el Proyecto de Ley que declara la necesidad de una reforma parcial sobre la Constitución Provincial, más precisamente sobre los Artículos 77 al 123 referidos a la actividad del Poder Legislativo.
Como prioridad y “en base a un sistema electoral mixto que asegure la representación de los distintos departamentos”, el proyecto proponía el reemplazo de la representación bicameral vigente desde 1871, por una sola cámara con 70 miembros.
Esta iniciativa tenía sus precedentes, incluso en la reforma constitucional celebrada 14 años antes, pero fue la consulta popular no vinculante celebrada en julio de 2001 quien terminó de recoger la voluntad de la ciudadanía a favor de achicar la estructura legislativa, mientras se acentuaba el descreimiento del pueblo en la representación política.
Aprobada la necesidad de la reforma, la Convención Constituyente tuvo en sus manos el debate, los acuerdos y la aprobación de las modificaciones que actualmente rigen a la Unicameral cordobesa.
Del 7 al 14 de septiembre del 2001 el trabajo parlamentario estuvo atravesado por la incertidumbre económica que vivía el país y las repercusiones internacionales del ataque terrorista a las Torres Gemelas, en Estados Unidos.
¿Qué cambio?
Los convencionales del 2001 modificaron la composición de la Cámara tal como se conoce en la actualidad: un parlamentario o parlamentaria por cada uno de los 26 departamentos y otros 44 representantes por la provincia como distrito único.
Pero no fue la única reforma.
Uno de los acuerdos políticos fundamentales para avanzar en la unificación de las cámaras se estableció como cláusula transitoria al declarar que, a partir del 10 de diciembre de 2001, caducaban los mandatos de 133 diputados y senadores electos en 1999, tanto de titulares en ejercicio como de sus respectivos suplentes.
Para conformar la flamante Unicameral se fijó para el domingo 14 de octubre la elección de 70 legisladores, coincidente con los comicios legislativos nacionales. Del mismo modo, se estableció que los parlamentarios “inician y concluyen sus mandatos en la misma oportunidad que el Poder Ejecutivo”, algo que no sucedía hasta entonces.
Previo a esta última reforma constitucional, quienes se postularan a diputados y diputadas en Córdoba debía que ser mayor de 21 años, o tener más de 30 para el caso de las y los senadores. Desde hace dos décadas, es requisito para ser legislador o legisladora provincial “haber cumplido la edad de 18 años al momento de su incorporación”.
Asimismo, algo que permitiría distinguir a la Legislatura de Córdoba de otros parlamentos nacionales, incluso de aquellos unicamerales, es que amplió su período de sesiones ordinarias de febrero a diciembre. Antes, sesionaban tanto diputados como senadores del 1 de marzo al 30 de noviembre. En la actualidad, la Legislatura de Córdoba es la única Cámara en el país con 11 meses de sesiones.
Hacia finales del año 2000, Diputados y Senadores de la Provincia aprobaron la Ley 8.901, que establece “porcentajes equivalentes de candidatos de ambos géneros” para la elección de candidatos a cargos electivos provinciales, municipales y comunales.
Este principio fue incorporado en la Reforma Constitucional del 2001 al definir los lineamientos para cubrir vacantes de legisladores o legisladoras por distrito único: se hará con los candidatos del mismo género no electos y según el orden de las listas partidarias, para luego continuar con los titulares o suplentes del otro género. Para el caso de candidatos y candidatas departamentales se establece el titular de un género y el suplente de otro.
Otro punto a destacar de aquella reforma es la eliminación del Artículo 97 de la Constitución de 1987, que autorizaba la asignación de viáticos a aquellos parlamentarios residentes fuera de la ciudad de Córdoba. Desde hace 20 años “los legisladores perciben por su tarea la dieta que establece la ley”. Igualmente se estableció que “en ningún caso corresponden viáticos, gastos de representación o adicionales por dedicación exclusiva o similares”.
También se eliminaron los artículos 94 y 95 de la Constitución de 1987, que otorgaban inmunidad de arresto y fueros personales al cargo de legislador.
Una Legislatura moderna
Una Comisión Redactora encargada del despacho de Comisión; miembros de las secretarías Legislativa y de Técnica Parlamentaria; el Cuerpo de Taquígrafos; asesores y empleados trabajaron ad honorem una semana acompañando a los 133 convencionales constituyentes que elaboraban una Constitución más moderna para la ciudadanía provincial.
Juan Carlos Maqueda, hoy ministro de la Corte Suprema, elegido diputado provincial en 1999, tuvo a su cargo la presidencia de la Convención Constituyente del 2001.
Una vez aprobada la nueva Constitución, Maqueda dijo en su discurso final: “Córdoba puede exhibir con orgullo una nueva Constitución que la pone a la vanguardia de las reformas políticas del país. Y nosotros, los convencionales constituyentes que trabajamos para convertir el mandato popular en letra constitucional, podemos mirar a los cordobeses a los ojos y decirles, hemos cumplido nuestro deber, hemos cumplido nuestro compromiso, hemos cumplido nuestra palabra”.
Precisamente al referirse a la voluntad popular, el presidente de la Convención aseguró que “nuestra Legislatura no sólo debía pesar menos en las espaldas de los contribuyentes, sino que debía ser mejor”. “Hoy, las voces de más de un millón de cordobeses están en la letra de la nueva Constitución de la Provincia, la voluntad popular ha sido respetada. El SÍ de la gente ya es ley en Córdoba. ¡Felicitaciones a todos; felicitaciones a Córdoba!”, finalizó Juan Carlos Maqueda.
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