Juan Carlos Maqueda fue presidente de la Convención Constituyente del año 2001, órgano que tuvo la responsabilidad de dar respuesta a la voluntad ciudadana a favor de achicar la estructura legislativa, compuesta por 66 diputados y 67 senadores.
El trabajo de los convencionales derivó en la reforma parcial de la Constitución de la Provincia, referida solo al Poder Legislativo, donde la modificación más significativa fue el reemplazo del sistema de representación bicameral, por una cámara única de 70 legisladores: 44 elegidos de manera directa y 26 departamentales.
La Asamblea Constituyente ocurrió en medio de una crisis económica, social, institucional y, por supuesto, política que golpeó al país en un trágico 2001. Aquel año terminó con la renuncia del expresidente Fernando de la Rúa, luego del “corralito”, los cacerolazos, las represiones y el reclamo de “que se vayan todos”.
Mientras el mundo se conmocionaba con el atentado a las Torres Gemelas, en el país y en Córdoba se producían marchas, saqueos y reinaba un descontento generalizado.
A dos décadas de aquellos hechos, el actual ministro de la Corte Suprema de la Nación comparte el recuerdo y reflexiones de sus días como convencional constituyente.