El Gobierno de Córdoba manifestó su adhesión a la conmemoración del Día de Recuerdo del Holocausto y el Heroísmo, en el marco del octogésimo segundo aniversario del levantamiento del gueto de Varsovia.
Con ese motivo, la filial Córdoba de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) organizó un acto que se realizó en el Teatro del Libertador General San Martín al que asistieron autoridades provinciales, representantes de distintas confesiones religiosas, instituciones educativas y miembros de la comunidad. Entre los presentes, representando al Gobierno provincial, acompañaron la ceremonia la vicegobernadora, Myrian Prunotto, y los ministros de Gobierno, Manuel Calvo; Justicia y Trabajo, Julián López; y de Seguridad, Juan Pablo Quinteros.
La vicegobernadora transmitió el saludo del gobernador Martín Llaryora y afirmó que la memoria de un holocausto debe ser permanente.
“Esa memoria necesaria debe ser mucho más que un recuerdo del pasado: debe ser una llamada de atención para el presente y el futuro, ya que no hemos podido aún terminar con el odio y la crueldad que nos siguen sorprendiendo por el aberrante alcance de sus acciones”, expresó en su discurso.
Evocando el levantamiento que tuvo lugar en el Gueto de Varsovia, señaló que quienes defendieron su honor allí pagaron con su propia muerte y se convirtieron por ello en héroes de toda la humanidad. “Hoy los quiero invitar a que juntos podamos contribuir a un mundo donde nuestros seres queridos no tengan que morir para ser héroes, a que sostengamos una sociedad donde la paz construya escenarios ideales donde los héroes sigan vivos, y que esos héroes sean nuestras madres, padres, abuelos, hijos y nietos”, dijo Prunotto.
En el transcurso de la ceremonia se presentó la Orquesta Académica del Teatro del Libertador General San Martín dirigida en esta oportunidad por el director y creativo Ángel Mahler, especialmente invitado para la ocasión.
Levantamiento del gueto de Varsovia
El aniversario recuerda la heroica resistencia de los jóvenes judíos del gueto de Varsovia contra el avance de las tropas nazis en 1943.
A pesar de estar desarmados y carecer de alimentos y apoyo, los combatientes judíos libraron una batalla tenaz durante tres semanas, convirtiéndose en un símbolo de la resistencia contra la opresión y la barbarie.
