A 60 años de la mayor tragedia en la historia de la Fuerza Aérea Argentina, la Legislatura de Córdoba realizó este lunes a la tarde el primer homenaje a los 68 tripulantes y pasajeros, en su mayoría cordobeses, del avión Douglas C-54 Skymaster matrícula TC-48, desaparecido el 3 de noviembre de 1965, en circunstancias confusas, en Centroamérica. Se trató de un emotivo acto de reparación histórica para honrar la memoria de los 54 cadetes de la Promoción 31 de la Escuela de Aviación Militar, los 9 tripulantes y los 5 oficiales que viajaban en esa aeronave militar siniestrada.
A sala llena, el acto se concretó en el Patio Evita de la Legislatura Histórica con la presencia de la vicegobernadora de Córdoba, Myrian Prunotto; la legisladora Nancy Almada (impulsora del proyecto que otorga interés legislativo a la conmemoración del 60° aniversario de la desaparición del avión y sobrina de Walter “el Gato” Almada, quien viajaba en ese vuelo); el senador Luis Juez; y los legisladores Walter Nostrala, Juan Pablo Peirone, Walter Gispert, Inés Contrera, Cristina Pereyra, Silvina Jurich y Patricia Botta.
También asistieron familiares de las víctimas del vuelo, entre ellos Regina Zurro (hija del comandante Mario Zurro) y Valentina Viberti (nieta del piloto de la aeronave y capitán Esteban Viberti); el autor del libro “TC-48: El viaje final de los cadetes”, Guillermo Alonso Sarquiz; y allegados de los desaparecidos, entre otros.
Por streaming, el acto fue seguido por un importante número de personas en diferentes lugares de Argentina y otros países.
Prunotto agradeció a las autoridades, a los familiares de los desaparecidos, al autor del libro, al público presente y “a todos los legisladores de 13 bloques distintos que acompañaron por unanimidad este reconocimiento”.
Además de recordar los 60 años de la desaparición del TC-48 y de las 68 personas que viajaban en ese vuelo, el proyecto de Almada reconoce a los familiares de las víctimas “por su incansable y digna lucha de seis décadas por la verdad y la memoria, constituyendo un ejemplo de resiliencia cívica y perseverancia frente al olvido”.
Se trató del primer gran reconocimiento a las víctimas del TC-48 y a sus familiares, quienes durante seis décadas vienen sosteniendo una lucha incansable (considerada un ejemplo para la sociedad argentina) frente al olvido y el silencio institucional. Así, la Legislatura provincial reafirmó “su compromiso con preservación de la memoria y la verdad histórica”.
“El Estado presente”
Durante el acto, la vicegobernadora resaltó: “El Estado de Córdoba está presente porque, además de rendirle homenaje a estos 68 desaparecidos, hoy en esta Legislatura Histórica los cordobeses van a abrazar a estas 68 familias, van a tener un lugar donde sus hombres pasarán a ser parte de la historia. Las puertas de esta Legislatura están abiertas para conmemorar, abrazarse, encontrarse y hacer justicia”.
Además, Prunotto remarcó: “Desde Córdoba vamos a acompañar en lo que sea necesario para que haya justicia y no exista el olvido. Perder a un familiar siempre es de mucho dolor, pero no saber qué pasó únicamente es para los valientes”.
En tanto, Almada agradeció a la vicegobernadora Prunotto, a los legisladores y a Juez. Después destacó: “Después de 60 años, la memoria empieza a encontrar su lugar, fruto del consenso y de una decisión política. Este reconocimiento es la verdad que por fin se nombra, es la justicia que por fin encuentra un lugar, es el lugar donde honrar a nuestros seres queridos. Hoy nuestros 68 ausentes vuelven a casa y a la memoria de su pueblo. Por fin descansarán en paz”. Y, dirigiéndose a los familiares de las víctimas, les dijo: “Ustedes se negaron a olvidar porque tienen el corazón más grande y más valiente que este país y esta provincia hayan conocido”.
A su turno, Regina Zurro también agradeció a Prunotto, Almada y a los demás legisladores por abocarse a un “tema tan importante”. Y expresó: “Todavía no han podido callarnos ni nos van a callar. Nunca se encontraron ni el avión ni sus ocupantes y seguimos pidiendo respuestas, porque es un misterio del siglo 20. Este reconocimiento llegó un poco tarde, pero es justo”.
Finalmente, Valentina Viberti sostuvo: “No conocí a mi abuelo, pero crecí en una familia marcada por su ausencia, crecí con esta historia, que es parte de mi identidad. Y comparto el dolor también con ustedes. Vivir sin respuestas es una forma silenciosa de sufrimiento y mi familia siempre eligió recordar con amor antes que resignarse al olvido”. Y agregó: “Este acto es un gesto de justicia y de reparación simbólica, porque cada nombre que pronunciamos y cada historia que rescatamos es una forma de decirles que no los olvidamos y no los abandonamos en el silencio”.
Beneplácito y placa conmemorativa
Durante la ceremonia, las autoridades de la Legislatura entregaron un beneplácito legislativo al comodoro retirado Guillermo Alonso Sarquiz, autor del libro “TC-48: El viaje final de los cadetes”, publicado en 2023.
También a través de un proyecto de Nancy Almada, la Unicameral otorgó interés legislativo al libro, al destacar su “extraordinario aporte al esclarecimiento de la mayor tragedia de la aeronáutica militar argentina y a la preservación de la memoria histórica de la Nación”.
Sarquiz dijo que el libro es una investigación que insumió cinco años y se basa en documentos oficiales, archivos, análisis técnicos y numerosos testimonios de familiares de los desaparecidos y de militares de distintos rangos. “La desaparición es una tragedia, un drama terrible, pero se vence si no nos resignamos y si no olvidamos”, expresó.
Al final del acto, se descubrió una placa conmemorativa en el hall de ingreso a la Legislatura Histórica con los nombres de los 68 argentinos desaparecidos, para que su recuerdo perdure para siempre en el Poder Legislativo cordobés.
Uno de los momentos más emotivos estuvo a cargo de Mariano Canavosio (nieto de Esteban Viberti), quien ejecutó el “Himno Nacional Argentino” con su bandoneón acompañado por un cantante. Al final, ambos interpretaron la canción “Honrar la vida”.
La historia, en resumen
Lo ocurrido con el avión Douglas C-54 Skymaster, matrícula TC-48, está considerado como la mayor tragedia de la historia de la Fuerza Aérea Argentina. Tras partir de la base aérea de El Palomar el 31 de octubre de 1965 y realizar escalas en distintos lugares de América, la aeronave militar llegó a Panamá. Su destino final era Estados Unidos. Trasladaba a 54 jóvenes cadetes de la Promoción 31 de la Escuela de Aviación Militar que realizaban el viaje de instrucción que completaría sus años de formación. También iban nueve tripulantes y cinco oficiales.
El 3 de noviembre de 1965, temprano, el avión despegó desde la Base Aérea Howard (cerca de Panamá) y poco después se declaró en emergencia por fallas en los motores mientras volaba en dirección al oeste (el siguiente destino era San Salvador). Ya venía teniendo desperfectos mecánicos desde su salida en Argentina, no obstante lo cual las autoridades militares decidieron que volara igual. La última comunicación del TC-48 fue a las 7.05 de la mañana, cuando sobrevolaba Bocas del Toro y se dirigía a Puerto Limón.
La versión oficial dada por las autoridades militares fue que la aeronave había caído en el Mar Caribe, sin dejar sobrevivientes. La búsqueda oficial apenas duró cuatro días y se canceló el 7 de noviembre.
Los familiares de las víctimas descreyeron de esa versión y, en base a pruebas, testimonios e investigaciones, apuntaron a que el avión podría haberse precipitado en tierra (en Panamá o Costa Rica), tras lo cual durante años se abocaron a la búsqueda de sus seres queridos, incluso con varios viajes a Centroamérica. No lograron encontrarlos, pero obtuvieron comentarios alentadores de que habría sobrevivientes.
Entre 1968 y 1971 la Fuerza Aérea habría realizado una investigación secreta, la cual concluyó que el avión no habría caído en Costa Rica ni en el mar, sino en territorio panameño, en una zona selvática próxima al río Coclé del Norte.
Sin embargo, el silencio y los enigmas oficiales continuaron en los años siguientes. Incluso en 1981 se informó que el expediente completo del caso se había “perdido”.



































