La Comisión de Infraestructura y Servicios Públicos trató en la reunión de este jueves el proyecto de ley 41214/L/24, que denomina Gobernador Justo Páez Molina al mirador panorámico ubicado sobre ruta 34, a un kilómetro de la localidad de Las Jarillas, en el departamento Punilla.
En el encuentro, la legisladora Ileana Quaglino, autora de la iniciativa, hizo referencia a la figura del mandatario. En los fundamentos, expresó que la denominación responde al deseo de rendir homenaje a un destacado dirigente político y a uno de los hombres más relevantes de la historia de la provincia de Córdoba.
En lo que hace al Camino de las Altas Cumbres -como se le denomina a la ruta provincial 34 “Jorge Raúl Recalde”– Justo Páez Molina fue uno de sus artífices. Durante su gobierno, se profundizaron los estudios técnicos y de diseño, y se dispuso el comienzo de la obra en la ladera oriental de las Sierras Grandes.
“Es un tributo a su legado de compromiso político, visión de futuro y defensa de los principios democráticos, buscando preservar su memoria histórica, asegurando que su legado perdure, no solo en la historia de Córdoba, sino también en las generaciones venideras que circularán por ella”, expresó Quaglino en su texto.
Estuvieron presentes en la comisión tres de los nietos del exgobernador: Lucas, María José y Félix. Los descendientes de Páez Molina agradecieron el reconocimiento legislativo y señalaron: “Volver a ver su nombre en la ruta que él soñó es muy emocionante”.
La vicegobernadora Myrian Prunoto se hizo presente en la sala para saludar a los familiares del exgobernador y señalar: “Como Gobierno de la Provincia de Córdoba, realmente va a ser un honor y creo que más que merecido el homenaje. Sabemos que ha dejado un gran legado”.
Al finalizar el encuentro, los legisladores aprobaron el despacho del proyecto que pasará a ser tratado en un próximo pleno legislativo.
Justo Páez Molina
Nacido en El Salto, en el departamento Calamuchita, en 1902, fue una persona central en la historia del radicalismo cordobés y un actor clave en los turbulentos años políticos que marcaron la Argentina de mediados del siglo 20.
Como gobernador de la Provincia de Córdoba (1963-1966), su gestión estuvo distinguida por un profundo compromiso con el bienestar social, la promoción de obras públicas y el fortalecimiento de las instituciones provinciales en un contexto nacional marcado por la inestabilidad política y los golpes de Estado.
En su gestión se dio importancia a la modernización de la infraestructura provincial, como la creación de proyectos de obras públicas y en la consolidación de la red energética provincial, como la puesta en marcha de la Central Hidroeléctrica “Ing. Benjamín Roelin”. Además, su gobierno impulsó políticas que promovieron el desarrollo económico y la modernización de la educación cordobesa.