Este viernes quedó inaugurada la nueva ciclovía que conecta a la ciudad de Córdoba con Estación Juárez Celman. Se trata de una vía adoquinada de 1.600 metros lineales destinada a ciclistas y peatones que se extiende desde el ingreso a barrio Ciudad de los Niños hasta barrio Almirante Brown, en el límite entre ambos municipios. Incluye también 46 luminarias LED, cestos de residuos y señalización vertical.
El acto fue encabezado por la vicegobernadora de Córdoba, Myrian Prunotto; el presidente del Ente Metropolitano Córdoba, Rodrigo Fernández, y el intendente de Estación Juárez Celman, Fabián Reschia.
Se trata de un proyecto de casi 200 millones de pesos, financiado y ejecutado a través del Ente Metropolitano Córdoba.
“Todas estas obras se lograron entre todos, con el Ente y los intendentes que forman parte de este gran equipo que impulsa la integración de nuestra región metropolitana”, expresó Fernández durante la inauguración.
Los trabajos se iniciaron durante la gestión de Prunotto, anterior presidenta del Ente Metropolitano Córdoba, quien destacó el avance que significa esta obra: “Recuerdo que antes, cada vez que pasábamos por este lugar, había que hacerlo bien despacio; había que tener mucho cuidado con el colectivo. Ahora, con esta obra, con este puente que es muy importante, damos seguridad a todos nuestros vecinos”.
Por su parte, Reschia valoró la importancia del Ente en la realización de los trabajos. “Esta obra nace de una necesidad de integración que tiene Juárez Celman; existen barrios a lo largo de los cinco kilómetros que tiene esta ruta y la ciclovía puede conectarlos; esta acción favorece a la seguridad y también al ambiente”, fundamentó el intendente.
Cabe destacar que el tramo inaugurado se une a la primera etapa de la ciclovía.
Además de la ciclovía se construyó una pasarela peatonal de 15 metros de largo sobre el canal Maestro Norte, para facilitar el tránsito de los vecinos entre Córdoba y Estación Juárez Celman.
Los trabajos se completaron con la pavimentación de 130 metros lineales de la calle Ibar Segura Funes, que incluyó bocacalles de hormigón y cordones cuneta, un antiguo anhelo de la comunidad.