La Falda vivió una jornada tan histórica como emotiva, al ver acercarse al cielo a su bandera oficial. Este martes, se presentó la insignia local elegida en el marco del programa Nuestra Bandera, de la Legislatura provincial.
La vicegobernadora de Córdoba, a cargo del Ejecutivo provincial, Myrian Prunoto, acompañó la ceremonia en la que se izó por primera vez.
Además de vecinos y estudiantes de los tres niveles educativos, junto a sus docentes y directivos, asistieron a la ceremonia el intendente Javier Dieminger; la viceintendenta Luciana Pacha; el legislador departamental Walter Gispert; el asesor de la iniciativa, Cristian Baquero Lazcano; funcionarios locales y representantes de organizaciones sociales. Por parte de la Unicameral, participaron Maciel Balduzzi, prosecretario General; Leticia Allocco, directora de Desarrollo Regional Sostenible; y Silvina González, directora de Vinculación Territorial.
Bajo el sol de las primeras horas de la siesta, el intendente Dieminger aseguró que la bandera elegida es la que mejor representa a la ciudad.
Más tarde, Gispert señaló: “En general, las banderas nacen de conflictos; en cambio acá surge de un gran consenso; pueden estar orgullosos”. El legislador por el departamento de Punilla también agradeció a Prunotto por ser la primera funcionaria de alto nivel en recorrer el interior provincial. “Le da mucha importancia al territorio”, destacó.
“El objetivo de crear la bandera es encontrarnos y aprender; y se busca que sea a través del consenso, reflejando lo mejor de la ciudad en esta insignia”, dijo la vicegobernadora.
Luego, en el mismo sentido, se refirió a la difícil situación que atraviesa el país: “La única manera de que Argentina salga adelante es trabajar con proyectos en común más allá de las diferencias. Por eso, nos encontramos trabajando para hacer crecer a Córdoba y fortalecer la democracia”.
“Buscamos el arraigo de la gente en nuestros pueblos; por eso el gobernador Martín Llaryora, entre otras políticas de Estado, impulsó la construcción de 14 sedes de la Universidad Provincial para que los jóvenes no tengan que pensar si tienen las posibilidades económicas para irse a otra ciudad a estudiar”, continuó Prunotto. Y concluyó: “En Córdoba hay superávit pero con la gente adentro”.
Significados
La flamante insignia de La Falda luce tres franjas de colores: el celeste representa la bandera nacional y el cielo de la ciudad; el blanco por la bandera provincial, la pureza y la unión; y el verde, por la naturaleza que identifica al Valle de Punilla.
Además, en el centro tiene ocho estrellas, de dos tamaños, que reflejan los 32 rayos del Sol de Mayo del estandarte argentino. Mientras tanto, la cantidad simboliza hitos históricos, culturales y naturales de la ciudad, como el Cerro La Banderita, el tren y el Hotel Edén, entre otros.
Antes de finalizar el evento, se hizo entrega de un ejemplar a instituciones educativas y al cuartel de Bomberos Voluntarios.
Destino de creador
Hace cuatro años, un niño faldense presentó un proyecto en el Concejo Deliberante para crear la bandera de su ciudad. La iniciativa no avanzó hasta 2024, cuando la concejala Andrea Chiappe la retomó y, por ordenanza, se estableció su invención. Luego, el municipio adhirió al programa Nuestra Bandera.
Este martes, La Falda vio flamear en el cielo el diseño elegido -en el marco de este programa que impulsa la Vicegobernación de la Provincia- por un jurado que eligió entre 26 propuestas presentadas de forma anónima. Destino o vueltas de la vida, el ganador fue aquel niño de nombre Juan Martín Borga, quien hoy tiene 16 años y fue el encargado de llevar el estandarte por primera vez a lo alto del mástil.
“Estoy muy contento de que la bandera ya está flameando, pero mucha más alegría tengo de que se haya permitido la participación de toda la ciudad, de todas las personas, a través de las instituciones, porque el objetivo más importante de construir una ciudad entre todos es que todos participemos; y que haya sucedido es con lo que me voy a quedar”, dijo el adolescente tras el acto oficial donde fue reconocido por la Legislatura.
Juan es amable y lleva en todo momento una sonrisa en su cara. Habla con soltura y firmeza, así como demuestra una gran sensibilidad. Sin embargo, aún no sabe qué estudiará cuando termine la escuela secundaria ni si el tiempo lo conducirá a la política.
“Estamos en un momento en el que se necesitan acciones concretas para mejorar las realidades. Tenemos que aportar desde todos los lados posibles para transformar desde lo cotidiano una sociedad que muchas veces parece defender antivalores. Tenemos que ser portadores de los valores de la justicia, del amor, de la libertad. No podemos quedarnos indiferentes ante todo el sufrimiento que vive la gente, tenemos que trabajar desde lo cotidiano para un mundo mejor”, reflexionó bajo la bandera que creó.