La Legislatura de Córdoba efectuó esta tarde un reconocimiento a la Federación Cordobesa de Balonmano, en el 52° aniversario de su creación, además de distinguir a directivos actuales y anteriores. El beneplácito fue promovido por la legisladora y presidenta de la Comisión de Deportes de la Unicameral cordobesa, Patricia Botta.
El emotivo acto se concretó en el salón de planta baja de la Legislatura, donde se entregaron placas y beneplácitos a los fundadores de la Federación Cordobesa de Balonmano, que fueron profesores y jugadores de un deporte también conocido como hándbol o handball. Al ser mencionados y pasar a recibir sus placas, todos recibieron una ovación del público que se dio cita en el homenaje.
Por la Federación Cordobesa de Balonmano, estuvieron presentes su presidente actual, Marcelo Zidarich, y su tesorero, Claudio Carreño, quienes recibieron una placa conmemorativa de la Unicameral de manos de Botta.
Durante el acto, fueron distinguidos como fundadores de la institución Juan Carlos Cortinovis, Santiago Pecile, Guillermo Olmos, Emma Flamini y Luisa Terrada, al tiempo que hubo placas póstumas para Jorge Uriarte, Susana Córdoba y Ofelia Stiffel. Estas personas fueron, precisamente, las integrantes de la primera comisión directiva de la Federación Cordobesa de Balonmano, con Cortinovis como presidente.
En la oportunidad, también recibió un reconocimiento el profesor Gerardo Buteler.
Todos los mencionados fueron destacados entrenadores de balonmano en diferentes clubes y establecimientos educativos de Córdoba, entre ellos General Paz Juniors, Rieles Argentinos, Redes Cordobesas, Instituto, Unión Eléctrica, Academia Argüello, Colegio Gabriel Taborín, Escuela Ricardo Rojas y Colegio Preuniversitario Manuel Belgrano.
Zidarich agradeció a la Legislatura por el reconocimiento y a la presidenta de la Comisión de Deportes. Lo propio hicieron cada uno de los homenajeados que integraron la Federación Cordobesa de Balonmano.
Algo de historia
La Federación Cordobesa de Balonmano fue fundada el 5 de abril de 1972 por un grupo de profesores de educación física que dictaban sus cátedras en el Instituto Provincial de Educación Física (Ipef). Comenzó llamándose Federación Cordobesa de Hándbol; luego cambió a Handball; y después a Balonmano.
En sus inicios fue un deporte principalmente escolar, aunque también diferentes clubes de Córdoba tuvieron equipos de divisiones formativas, juveniles, Reserva y Primera que compitieron en distintos torneos.
Con más de medio siglo de existencia, la Federación Cordobesa de Balonmano sigue fomentando la práctica de este deporte y organizando torneos locales, provinciales, nacionales e internacionales.