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Una nueva edición de la Bienal de Música Córdoba pasó por la Legislatura

El festival, que convocó a actores locales de la industria de la música, busca promover la interacción entre músicos y músicas con operadores internacionales, con el fin de generar oportunidades de negocio y el crecimiento de la escena local. El evento también albergó diferentes propuestas musicales en vivo, entre ellas la muestra Epojé.

La Legislatura provincial albergó algunas de las actividades incluidas en el marco de la Bienal de Música Córdoba 2023. La iniciativa nace como una celebración por el centenario del Sindicato de Músicos de la Provincia de Córdoba, con la intención de convertirse en “una usina de pensamiento y reflexión” para la escena local.

Esta segunda edición del festival se desarrolló del 5 al 7 de julio, bajo la organización del Sindicato de Músicos de Córdoba, la Agencia ProCórdoba y la organización Córdoba Música, donde la Unicameral fue el punto

La propuesta estuvo dirigida a managers, sellos, salas, festivales, estudios de grabación, plataformas digitales, agencias de prensa e instituciones que sean parte del ecosistema de la música independiente y que tengan proyectos con domicilio comprobable dentro de la provincia de Córdoba.de encuentro para rondas de negocios, mentorías, conferencias y espectáculos de música en vivo.

Para los organizadores, se trata de un evento “inédito en el país“, basado en “siete ejes principales que se relacionan y se conectan entre sí: productivo, educativo, social, internacionalización, género, tecnológico y político”.

Nicolás Kuitca es director general del la Bienal y sobre la actividad destacó: “Es un evento que trata de correrse de las lógicas tradicionales de la industria de la música ampliando esos márgenes. Es un festival transdisciplinario que desde su primera edición fuerza un poco los límites de lo que es la industria tradicional de la música, articulando con arquitectura, antropología, diseño. Con un montón de saberes que nutren a nuestra actividad”.

La propuesta de este año incluyó “muestras transdisciplinares, inmersivas de nuevas tecnologías, rondas de negocios, misiones comerciales, dándole también así a la Bienal y a Córdoba un marco justamente internacional, de vinculación de agentes de distintos sectores, de distintas latitudes del mundo y con distintas perspectivas para poder enriquecer el trabajo de las personas músicas”, explicó Kuitca.

En este sentido, Juan Manuel Pairone, miembro de El Servicio Postal, entidad que forma parte de Córdoba Música, hizo referencia a la participación de productores de Paraguay, Chile, Brasil, Reino Unido y España.

“En este 2023 tuvimos la posibilidad de sumar una actividad que tiene que ver exclusivamente con Córdoba Música y que es precisamente esta misión inversa, mediante la cual traemos a seis productores de diferentes partes del mundo” . “Todas estas personas vienen a Córdoba a darnos un poco de su visión, a consumir y ver música de Córdoba en vivo”, dijo Pairone, al indicar que se dieron “diálogos en profundidad” con el fin de “generar negocios, oportunidades y futuras actuaciones de artistas cordobeses en el mundo”.

Euge Muñoz es miembro de “Hermanager”, una agencia local de prensa y gestión de artistas que participó de las mentorías que se desarrollaron en la Legislatura. Para ella, estas instancias aportan a la profesionalización de los agentes de música: “Está bueno encontrarse con otros que te cuenten cómo hicieron su trabajo y cómo podrías mejorar eso que estás haciendo”, opinó.

Epojé, una experiencia musical

Entre las distintas actividades de esta edición se destaca la muestra Epojé, que se puso en escena de la mano de No Me Grites Producciones y el Sindicato de Músicos de Córdoba.

Definida como una “experiencia inmersiva”, la puesta incluyó instalaciones, performances y live sets de artistas nacionales e internacionales. Con la curaduría del músico cordobés Santiago Bartolomé, también director artístico de la Bienal, Epojé incoporó en su programación a CLON (Estela Oliva, del Reino Unido), Jennitza (Colombia), Sebastian Seifert (España y Argentina) y los proyectos nacionales Forma, Lalu Martin y Batimentx.

“Epojé es una palabra griega que nos invita a suspender el juicio y a poner todo entre paréntesis. Así el público y los artistas disfrutan de manera libre, de recibir o expresarse”, explicó Bartolomé sobre la experiencia musical.

Sobre la presentaciones en el marco de Epojé, se detacaron:

FORMA, de Galera | Pedro Son | Santiago Bartolome (AR): transcurre en un espacio efímero inflable de 210 metros cúbicos, una instalación performática donde intervienen el lugar, el tiempo, el contacto con el cuerpo. La obra adquiere significado y se completa cuando el público entra en escena e interviene con el espacio.
Dirección Artística: Galera, Pedro Son, Santiago Bartolomé. Dirección Técnica: Juan Murua Palacio, Gonzalo Velez da Porta. Performers: Santiago Bartolome, Luckiboy, Lalu Martin. Iluminación: Carolina Pelassa.

Space Zero (0, 0, 0), de  CLON | Estela Oliva (UK): el proyecto busca expandir la percepción a través de un viaje por los mundos virtuales de CLON (Estela Oliva), a través de un tour virtual por mundos que se sitúan en la frontera entre el cine experimental y el videojuego, donde las simulaciones de océanos y paisajes virtuales convergen con terrenos artificiales, objetos, materiales y texturas. 
Dirección: Estela Oliva. Diseño visual, sonoro y desarrollo: Estela Oliva. Soporte técnico: Meta Objects. Banda Sonora: Sunyata by Flora Yin-Wong (Modern Love Records), Aether: Ana Quiroga.

Batimentx, de Close I | Luckiboy  (AR): es un proyecto musical conformado por Lucas Maldonado, violista de la Orquesta Sinfónica de Córdoba, e Ignacio San Pedro, DJ y productor, fundador del Laboratorio de Síntesis HAL. Juntos, exploran las posibilidades creativas que se despliegan de la convergencia entre la música electrónica y el sonido instrumental en formato live, generando paisajes sonoros cautivadores y envolventes.

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