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El paso de la comunidad científica argentina por el viejo Hotel El Cóndor

Convertido en un espacio de intercambio de conocimientos y experimentación, el hotel alojó a quienes más tarde se destacarían como físicos y profesores. Este grupo también dio origen a la creación de la Asociación Física Argentina.

La Legislatura sancionó recientemente el Programa de Revalorización Histórica, Cultural y de Promoción Turística del denominado “Camino de los Puentes Colgantes”, un proyecto del legislador Oscar González que busca recuperar el tramo de la antigua Ruta Provincial 14 que une Copina con el viejo “Hotel El Cóndor”. De esta forma se insta a poner en valor unos 18 kilómetros de camino, además de la obra de ingeniería que exhiben los cinco puentes colgantes que tiene el recorrido, y una edificación de 1937 que guarda una historia poco conocida.

Emplazado a 2.000 metros del nivel del mar, este antiguo hotel construido en piedras perteneció a Juan Pablo Reymond, un argentino que vivió un tiempo en Suiza. A su regreso conoció esa parte de las Sierras Grandes y se propuso ofrecer una posada a quienes transitaban por aquel camino que tanto había impulsado el Cura Gabriel Brochero.

De a poco el hotel fue adquiriendo popularidad entre viajantes, turistas de paso, y curiosamente entre un puñado de investigadores que lo eligieron como un centro de estudios y debates.

David Merlo es doctor en Astronomía y docente. Actualmente se desempeña como coordinador del Museo del Observatorio Astronómico de Córdoba y es quien rescata aquellos encuentros que se dieron entre 1944 y 1949.

Antes, es preciso recordar que el 1940 el doctor Enrique Gaviola asume la dirección del entonces Observatorio Nacional Argentino, hoy Observatorio Astronómico de Córdoba, y que en 1942 comienza la actividad en la Estación Astrofísica de Bosque Alegre.

Merlo destaca que por aquellos años, el director del Observatorio hizo “un interesante llamado a todo el país a través de un artículo en el diario, invitando a los jóvenes a estudiar física”. Así es como consigue la atención de quienes más tarde se convirtieron en renombrados físicos y profesores como, José Balseiro; Fidel Alsina; el joven físico Ernesto Sábato antes de que se dedicaría a la literatura; Mario Bunge; Alberto Maistegui, Damián Canals Frau; Cecilia Mossin, la primera doctora en Física que tuvo la Argentina, entre otros.

Todos ellos fueron discípulos de Guido Beck, un físico astro-húngaro contratado por el Observatorio de Córdoba, que llevaba adelante “actividades experimentales midiendo la reacción de los rayos cósmicos mediante unas placas fotográficas que ubicaba en el techo del hotel”. Los resultados obtenidos fueron luego publicados por Canals Frau.

Acerca de estas pruebas, el doctor Merlo explica que “los rayos cósmicos son partículas, son constitutivos de los átomos que por su extremada velocidad inciden en la atmósfera y son muy energéticos. Justamente, lo que se intentaba determinar con estas pruebas eran los valores de energía de estas partículas que, en esa época, no se alcanzaban a determinar por los aceleradores que actualmente se conocen. La única manera de medir y cuantificar a estas partículas era justamente con este tipo de mediciones”.

Los trabajos sobre radiación cósmica y aquellos estudios propuestos por Guido Beck, convirtieron al “Hotel El Cóndor” en un espacio de intercambio de conocimientos y experimentación.

“Hay que pensar que cuando nace la Física Argentina era más una Física Experimental y lo que se estudiaba en estas reuniones en el Hotel El Cóndor era más que nada Física Teórica, algo nuevo, algo que se estaba empezando a desarrollar en el mundo y eso dio inicio al estudio de la Física Teórica en el país”, destaca el responsable del Museo del Observatorio Córdoba.

Asimismo, el trabajo de este grupo de investigadores dio origen a la creación de la Asociación Física Argentina (1944).

Ley 10.800


Con la sanción de esta Ley se pretende recuperar un camino de tierra y rocas que en otros tiempos reemplazó los senderos de mula y facilitó la conexión con Traslasierra; camino que décadas atrás fue el “superprime” más esperado del Rally Mundial que se disputaba en Córdoba, y que cruza quebradas y vertientes a través de puentes colgantes con tensores de acero trenzado y durmientes de madera.

El antiguo “Hotel El Cóndor” hoy se divisa desde el Camino a la Altas Cumbres. Actualmente está bajo la jurisdicción del Gobierno de la Provincia, y si bien no se ha definido su destino final, la revalorización del tramo entre Copina y El Cóndor tendrá un efecto asegurado sobre el desarrollo turístico de la región.

“Empezar a recuperar parte de la historia científica de nuestra provincia, es excelente, porque hay parte de la historia que poco conocemos y que es de nuestra provincia, que ha sido realizada por argentinos, por cordobeses y que es importante valorizarla”, expresó David Merlo al ponderar los beneficios de este programa.

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