La enfermería es una profesión que, de manera significativa, acompaña todo el recorrido vital de los seres humanos. Así como las enfermeras y enfermeros reciben a los recién nacidos en el parto, son también quienes suelen estar al lado de las personas durante la agonía, en la hora de la muerte. Semejante trascendencia justificaba por sí sola contar con una ley que otorgara derechos a estas y estos trabajadores, combatiendo también el ejercicio ilegal de la profesión.
La aprobación se dio de forma unánime y con la presencia, en el Palacio Legislativo, de integrantes del equipo de salud, que siguieron en vivo las instancias del debate desde el Auditorio de la Unicameral. De autoría original del legislador Diego Hak, la ley fue el corolario de un trabajo de larga data que convocó a asociaciones, instituciones afines y al Poder Legislativo en sucesivas reuniones de comisión, dando origen a una legislación que, a la vez que regula la disciplina, jerarquiza el desempeño de trabajadoras y trabajadores, al reconocer su profesionalización y autonomía en el ejercicio de la tarea.